Desde sus orígenes, la abadía de San José organiza retiros para que los laicos puedan compartir las riquezas de la vida contemplativa. Estos retiros se inspiran en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
«Pediré conocer íntimamente al Señor que se hizo hombre por mí, para amarle más ardientemente y seguirle más fielmente» (Ejercicios Espirituales, n. 104).
(Ejercicios Espirituales, 104)